jueves, 28 de octubre de 2010

La Fascinación Hacia lo Desconocido

Lo desconocido siempre ha estado entre nosotros. A través de todo el mundo, lo desconocido nos envuelve en cada aspecto de nuestras vidas, y rige la curiosidad humana. En el curso de la existencia cotidiana olvidamos a veces que en cualquier sitio y lugar yace lo desconocido e imprevisible.

Cada vez que el hombre se topa con algo desconocido o que se encuentra al margen de la que consideramos "normal", buscamos la mejor forma de acoplarlo a nuestras creencias. Las creencias de cada uno siempre se ven influenciadas con los aspectos culturales y el período de la historia en el que nos encontramos. No es la misma la cultura que la que existía en la edad media o el renacimiento; y esto tiene mucho que ver a la hora de que nosotros damos cierta interpretación a estos hechos extraños.

Desde la antigüedad, se han registrado pruebas acerca de éstos fenómenos extraños, y han mostrado ciertas similitudes a través de los siglos. Por ejemplo, las pinturas y jeroglíficos egipcios han mostrado mucha igualdad con los llamados "OVNIS" que vemos hoy en día, y nos preguntamos ¿por qué?

En general, no hay época ni siglo en la cual estos fenómenos desconocidos no se registren, y mayormente lo único que cambia es la forma en cómo interpretamos y reaccionamos ante esto. Por ejemplo, yo puedo decir que en la imagen anterior veo varios platillos voladores, e incluso un helicóptero; y es válido, pero otras personas no verán lo mismo, y también es aceptable; en general, depende mucho de cómo cada persona tiene su propia percepción de su entorno y la realidad donde vive que puede interpretar de diferente manera estos fenómenos inexplicables.
Casi siempre, el factor que despierta y nos intriga acerca de éstos hechos inexplicables, es la falta de conocimiento y experiencia acerca del tema. El hombre siempre teme lo que no conoce o no logra entender, y es ahí cuando se despierta la fascinación y curiosidad de cada individuo. Los humanos somos curiosos por naturaleza, y siempre tratamos de forma denigrante lo que no comprendemos o nos resulta extraño, pero sólo es porque las personas no tienen abierto su panorama personal a nuevas realidades. No debemos pasar por alto estos fenómenos, y como todo en el universo, debemos tratar de comprender cuál es nuestra fascinación hacia lo desconocido; en vez de negar que existan, tratarlos como parte de nuestro entorno y nuestra naturaleza como humanos.